La hora del té es un momento para compartir, a través de este cuadro quise compartir la visión romántica que tengo de un bodegón, divertido y cálido que me representa de muchas maneras, en su esencia existo; en él se encuentra el florecer de mi pensamiento y el estilo que he desarrollado a través de mi
exploración como artista.
Un bodegón divertido y diferente que invita a imaginar mundos que solo existen en nuestra mente; como suelen decir, los ojos son las ventanas del alma, el arte es esa ventana para mí.
Sobre el artista
A través de la adversidad descubrí en el arte un medio de catarsis que me ha ayudado a sobrellevar las emociones, transformándolas en un idioma que expreso y busco transmitir a quien las observa; en una realidad que deja de ser mía y se convierte en nuestra.